Después de tantas veces que le juró que era la única, ella se dio cuenta de que era mentira.
Nunca fue única, de hecho, nunca hubo alguien a quien el quisiera.
Se mintió para ser feliz, creyendo que él algún día podría amar a alguien más que a si mismo. Pero no. Eso nunca sucedió.
Y pasó noche tras noche, cada segundo sin poder descansar, sin reir, sin llorar.
Ya no tenía nada en que creer.
El mundo le falló y la traicionó y ella sólo confió en él, sin recordar que él también era parte del mundo.
domingo, 26 de enero de 2014
Traición
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