domingo, 5 de enero de 2014

Letargo

Aquella noche desperté deseando no haber despertado.
La ansiedad iba a consumirme como el fuego consume a la leña, lenta y maravillosamente.
Podía oír como todos estaban en un  estado de desenfreno, sus risas me mareaban, toda alegría que salía de sus mentes se posaba en mi y me torturaba.
¿a donde planeaba llegar? No continuaría en este estado. Letargo. Un coma emocional de una profundidad tan inmensamente minúscula.
Sé que volveré a aquel lugar inhóspito, a esa cuna de sufrimiento.
Pero espero que antes de mi, ese lugar sea corrompido por las almas de aquellos felices, a ver si mi encierro en la tristeza y melancolia se hace menos enfermizo.

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